jueves, 27 de octubre de 2011

Tu dinero no vale nada

Tu dinero no vale nada. Parece increíble que el objeto de deseo de tantos millones de personas, la causa de tantos asesinatos y suicidios en el mundo, el responsable con su falta de que millones de familias vivan en la extrema pobreza y no tengan nada para comer sea algo sin valor. Y así lo es.

¿Has jugado alguna vez al Monopoli? Si lees bien las reglas, éstas indican que la banca nunca se queda sin dinero. Que si no hay billetes suficientes durante el juego, la banca puede usar papel normal y crear billetes nuevos de la nada: el jugador que hace el papel de banquero escribe "500 euros" y en ese momento ese papelito puede usarse como un billete de 500 euros. ¿Qué sostiene el valor de ese nuevo billete? El acuerdo entre todos los jugadores que van a aceptarlo como un billete de 500; la confianza puesta en él, pero, realmente, no hay nada más detrás de su valor.

En su página web, el BCE afirma que mantiene una "independencia política". Declaran que:
"Ni el BCE ni los bancos centrales nacionales (BCN), ni ningún miembro de sus órganos rectores podrá solicitar o aceptar instrucciones de las instituciones y organismos de la UE, ni de los gobiernos de los Estados miembros ni de ningún otro órgano."
¿Qué quiere decir esto exactamente? Pues que esa "independencia política" es una forma de maquillar que la entidad que fabrica el dinero para la Unión Europea está en manos privadas. Que los ciudadanos no pueden controlar a través de sus representantes elegidos en las urnas al organismo que marca el paso de la economía, es decir, de sus vidas. Y que dicho organismo tiene carta blanca para manejar la economía, nuestra economía, a su antojo. Recordemos la célebre frase de Napoleón Bonaparte, el cual fue derrotado por las potencias europeas financiadas por la familia Rothschild ante su intento de que Francia se deshiciera de toda deuda bancaria:
“Cuando un gobierno depende de los banqueros por el dinero, son ellos y no los líderes del gobierno quienes controlan la situación, ya que la mano que da está por encima de la mano que toma … El dinero no tiene patria; los financieros no saben de patriotismo ni de decencia; su único objetivo es el beneficio. ”
Hace un par de días apareció la noticia de que "Los griegos acuden a los bancos a retirar sus depósitos". Es posible que con esa medida los ciudadanos griegos piensen que castigan a los banqueros, pero son éstos los que tienen la sartén por el mango. A primera vista tienen dos opciones:
Decidir que Grecia sale del euro y que ese dinero, ahora en los bolsillos de los ciudadanos griegos, sea papel mojado y no valga nada.
Fabricar más y más papelitos dinerarios y crear una fuerte inflación (hiperinflación) que provoque que el valor de esos euros sea cercano a 0.

Ambas medidas ya fueron tomadas en el pasado y no hay nada que indique que no vayan a ser tomadas de nuevo. ¿Por qué? Pues porque la fabricación del dinero está en manos privadas que sólo atienden a su propio beneficio. Y puesto que el dinero es fiduciario y no está respaldado por un patrón, como antes lo era el oro, los banqueros pueden hacerlo como se hace en el Monopoli. En realidad, ese dinero que tenemos ahora en el bolsillo y el del Monopoli tienen el mismo valor intrínseco: ninguno.

Ya lo dijo Mayer Amschel Rothschild:

"Dénme el control sobre la moneda de una nación y no me importa quién haga las leyes."

Así pues, si los ciudadanos de los países llamados democráticos quieren realmente vivir en una democracia, es decir, en un país gobernado por las decisiones del pueblo, nunca podrán hacerlo si su gobierno no controla la emisión de moneda, y ésta está limitada por un patrón de control. Todo lo que no sea así, se podrá llamar como se quiera, pero es puro servilismo hacia los pocos que fabrican y controlan el dinero.

Y mientras, lo reitero de nuevo, tu dinero no vale nada (ni el mío, ni el de nadie)..

1 comentario:

  1. Un matiz: el BCE es independiente por imposición alemana. El control o dependencia de los gobiernos había conllevado órdenes para imprimir dinero. Fue la causa de la hiperinflación alemana y mucho más tarde de la argentina.
    El problema no es la independencia. El problema es que solo tiene un objetivo: controlar la inflación.
    En las negociaciones, se habló de incluir también "consecución del pleno empleo". La mayoría liberal en Europa no aceptó su inclusión.
    Un abrazo

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